viernes, 7 de marzo de 2014

LA PARDINA SASAL


La Pardina Sasal se encuentra cerca del río Estarrún, en las proximidades de Lastiesas Bajas. Aún hoy puede apreciar la majestuosidad de esta pardina que permanece en pie a pesar del avance de la ruina debida al abandono y las inclemencias del tiempo. No obstante, todavía puede observarse con claridad la estructura de las edificaciones (unas destinadas a uso ganadero y agrícola, y otras destinadas a vivienda de la familia).



Actualmente, como decía antes, la Pardina Sasal está abandonada, pero según las fuentes que he consultado, en los años cincuenta del siglo XX todavía una familia regentaba la explotación. Posteriormente, la impresionante chimenea troncocónica que remata el edificio principal quedó sóla en compañía de los recuerdos de otros tiempos. Pero, además, la Pardina Sasal tuvo tiempos anteriores mejores, en los que fue el cobijo y lugar de trabajo y vivienda de otras muchas personas. Así por lo menos se deduce de los datos que ofrece Lezaún, que resumo a continuación: En 1489 tenía 6 fuegos, en   1495 disponía sólo de 1,  igual que en 1718; en  1776 alcanzó los 6 fuegos.




Todo parece indicar que llegó a constar de 8 casas habitadas (más una deshabitada) e incluso una iglesia o parroquia . Si estos datos son correctos, se sugiere como conclusión que mantuvo una población de forma continuada a lo largo de varios siglos cuyo número osciló aproximadamente entre 5 ó  6 personas y 35 ó 40.
Sus habitantes se dedicaron a un duro trabajo agrícola y ganadero. La explotación del monte contiguo por parte de la pardina se evidencia incluso en el propio nombre del mismo (“Monte de la Pardina”), circunstancia que encontraremos en otros ejemplos. Por lo tanto, es de suponer que cultivarían algunas extensiones tal vez de cereal, dispondrían de sus propias huertas y, sobre todo, mantendrían una buena actividad ganadera de ovino y vacuno, además de los propios animales que utilizarían para trabajar (equino, mular y bovino). Esta tipo de actividad mantenida siglo tras siglo, explica en buena parte la estructura que todavía hoy podemos encontrar entre las ruinas.
 
Llegar a la Pardina Sasal no es complicado. Aun hoy existe un camino sin asfaltar que nos lleva desde la propia carretera junto al río hasta esta impresionante edificación. Antes de alcanzarla, podremos darnos cuenta de que antaño estos parajes fueron objeto de explotación agraria, a pesar de que el bosque y el pino de repoblación nos puedan ocultar algunas pistas.

Tras superar una cerrada curva hacia el norte, comenzaremos a apreciar cierta estabilización del terreno. Seguramente en su día fuera una era, o tal vez un lugar para reunir el ganado. Continuaremos el camino y tras una pequeña subida del terreno, aparecerá ante nosotros los muros de mampuestos  con refuerzos de sillar en las esquinas  y la puerta de entrada a la Pardina Sasal, un conjunto totalmente aislado en el monte.

La primera imagen que obtenemos de esta pardina es la fachada del enorme edificio destinado a vivienda, con tejado a dos aguas y rematada en su parte superior por un vano circular a través del cual aún puede observarse algún resto de la antigua puerta de madera que la cerraba para la protección frente a los envites del tiempo de esta parte de la casa. Un vano magníficamente moldeado a través de la maestra colocación de piedras que en su día seguramente sería una de las vías de luz y aireación de esta zona abuhardillada. Junto a ello, podremos visualizar ya la bella chimenea típicamente aragonesa que se levanta en la parte posterior. Pero, debemos acercarnos más para poder contemplar toda la construcción que aún queda


Actualmente los edificios de la pardina se encuentran vallados debido al peligro existente de desprendimiento y ruina. No obstante los elementos son claramente visibles desde el exterior. Llama la atención la antigua puerta de acceso al conjunto inmobiliario, a través de una gran puerta de madera, con dos hojas, con la suficiente altura y anchura como para facilitar el paso del ganado en su día así como de posible maquinaria de trabajo. La puerta se encuentra protegida por un pequeño tejadillo. 

Se alcanza la entrada a la pardina a través de un gran portalón que cierra el recinto de los inmuebles. Una vez nos encontramos aquí podemos observar algunos elementos más del edificio rematado por el vano circular. En primer lugar, parece que nos encontramos ante un edificio de tres alturas. Seguramente guardará la misma estructura funcional que otras muchas edificaciones tradicionales o casas de la zona: la planta baja destinada a patio y lugar para guardar aperos y tal vez alguna bodega (los animales estarían destinados a otros edificios), la segunda planta destinada más claramente a vivienda y una tercera abuhardillada dedicada a granero o almacén. No obstante, la dimensión del edificio estoy seguro que admitiría varias salas en cada planta con usos repetidos de otras plantas.


Si la planta abuhardillada se distingue claramente por el vano circular (y otros laterales), la segunda planta se descubre por la ubicación de otra ventana (esta vez rectangular). También guarda esta ventana los restos de sus dos marcos de ventana. En cambio, las ventanas de la planta inferior son significativamente menores en tamaño y están protegidas por barras de hierro, lo cual parecería indicar que el uso de las salas aquí comprendidas no es el de vivienda sino de tipo auxiliar (seguramente almacén o similar).
En el frente de este lado y anexo a esta portada encontramos una pequeña construcción auxiliar, destinada en su día con total seguridad a las funciones agrarias y ganaderas. La techumbre, de losa, al igual que el tejado de la vivienda.



El lado norte parece componerse de varios edificios contiguos. El cuerpo más sobresaliente se corresponde precisamente con el rematado por la preciosa chaminera troncocónico, lugar con total seguridad de encuentros, cuentos y leyendas. Rematada por un aún visible espantabrujas, sus dimensiones son considerables. Está construida en tosca y destaca también la galería de pilares que sujeta su tejadillo.



El lado de la pardina orientado al norte se subdivide en varios cuerpos, ya que todo este lateral está compuesto realmente de varios edificios continuados. De hecho, la anchura y la altura de todos ellos es diferente. El cuerpo central es el que está rematado por la chaminera. En él se aprecian varios vanos de diferente tamaño distribuidas en dos filas (una por planta) con dinteles superiores de madera (en el lado sur son de piedra). Son de pequeño tamaño, seguramente a causa de la inclemencia del clima,  y con restos todavía de sus puertas y marcos de madera policromada insertos en los muros de mampostería. También se puede apreciar en alguno de los edificios continuados, lo que queda del alero de piedra. Actualmente los muros ofrecen una imagen de piedra desnuda, aunque son evidentes en algunas zonas los restos de encalamiento en algunas zonas. La puerta de acceso a este edificio residencial se encuentra también en la zona interior, y sus dimensiones son las apropiadas para una vivienda de campo.


El último de los edificios de este frente norte se encuentra totalmente en ruinas y derruido. La entrada al mismo se encuentra en la zona interior del complejo (realmente son dos puertas a diferente altura),y se distinguen dos plantas para tales usos. La cara sur de este edificio ofrece una gran ventana rectangular cuyo tamaño seguramente vendría determinado por las necesidades agrícolas de depósito de heno, etc, que mantiene igualmente un dintel de madera.


Existe un edificio más, que cierra por el sur y que también tiene un destino claramente agrícola o ganadero. Actualmente se encuentra en ruina y su techumbre ha caído dejando al descubierto la estructura de madera. Gran puerta de madera y sobre ella otro gran vano rectangular, apto para las funciones descritas


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