viernes, 21 de marzo de 2014

PARDINA DE ALTASOBRE


Lo que hoy se conoce como Pardina de Altasobre (o de Artasobre) se ubica en el sur del actual término municipal de Jaca, lindando ya con los términos de Las Peñas de Riglos y el de Caldearenas. Aproximadamente se encuentra a medio camino entre los lugares de Ena, Centenero y Osia. La partida denominada actualmente aún como “Altasobre” dispone de una capacidad de algo más de doscientas hectáreas de terreno rústico y uso agrario, con cultivos de labor o labradío secano, pastos, monte bajo y pinar maderable, todo ello según los datos de acceso público de la Dirección General del Catastro del Ministerio de Economía y Hacienda.


Madoz advierte que “…por los vestigios que aún se conservan sobre la cima de un monte…” debió ser una población algo mayor (no mucho más), pero ésta se despobló en tiempo remoto y sin saber las causas. De las referencias encontradas, la Pardina de Altasobre debió existir ya en 1062 . Hablamos pues de una historia próxima al milenio de vida que ha llegado hasta nuestros días. En el siglo XV tenía solo un fuego, pero según los fogajes inmediatamente posteriores se despobló. En 1785 aparece ya despoblada (ver fecha dintel). En 1900 parecía tener otros 4 habitantes. Se encuentra en el recorrido de una importante cabañera que parte de Santa Cilia de Jaca, y pasa también por pardinas de Paternoy, Bergosal, Lagé. Todo ello delata la estructura socioeconómica de ésta y del resto de las pardinas del entorno: una vida ligada a la explotación ganadera, con todo lo que ello supone en los diferentes ámbitos referidos a su propia subsistencia autárquica, las relaciones familiares y colectivas, así como en el propio sustrato cultural.

En pleno siglo XXI, la Pardina de Altasobre se nos presenta como un bello conjunto de edificaciones concentradas, que todavía guarda un buen  número de ejemplos de detalles arquitectónicos populares.  En los mapas aparece como “Casa Altasobre”, y esporádicamente como “Casa pardina Altasobre”. No parece que hoy en día la pardina esté habitada de forma continua, pero sí es utilizada para labores agrícolas y ganaderas (especialmente las primeras). Al este y al sur de la Casa de Altasobre, está la partida de Altasobre, dividida por la carretera entre el paco y la solana, aunque actualmente las diversas tierras han sufrido diversas modificaciones en su titularidad derivadas del paso del tiempo.


Son varios los edificios que se agrupan en el núcleo, destacando entre todos ellos uno claramente destinado a vivienda. Parece el edificio principal. Consta de un bonito tejado de loseta de piedra, a cuatro aguas y con una bella falsa que asoma tímidamente. Bajo ella, dos pisos, con ventanas adinteladas y puerta enmarcada. Tanto este último marco como el de los vanos están pintados de blanco. En la fachada principal se observan algunos vestigios de haber sido blanqueada. Alero de madera, y esquinas con las mejores piedras

La puerta cuenta con una inscripción en la que consta la fecha de su construcción (1790), aunque según los censos se encontraba para dicha fecha abandonada (tal vez siempre fue lugar de residencia intermitente). Encima de la fecha, una cruz inscrita en el dintel de la puerta protege a la Casa buscando la bendición.


Un banco de piedra junto a la entrada serviría en su día para diversas funciones, desde auxiliar a la descarga de caballerías y vehículos, hasta prestar un buen lugar para tomar el fresco el verano y los rayos de sol en invierno. Las fuertes paredes de piedra recorren los laterales de la casa, fundiendo edificio tras edificio a través de uniones de las mismas, y permitiendo de vez en cuando asomar algunas ventanas adinteladas, alguna de las cuales todavía guarda su pintura blanca. 



Junto al resto de edificaciones dedicados exclusivamente a funciones ganaderas o agrícolas, la vista general tiene forma de  “u”. Dos grandes arcos de medio punto conforman las entradas a la zona donde se guarda desde hace mucho siglos el ganado. Otro edificio con tejado a dos aguas es la otro lateral de dicha “u”, dedicado también al almacenamiento de grano y otros elemento así como para la maquinaria. 



La belleza de esta pardina radica en buena parte en la unión de las diversas techumbres de los diferentes edificios. Todo forma un cuerpo único, sinuoso, con curvas, alzas, bajas, etc de losa de piedra. Refleja diversos momentos del devenir histórico del edificio de Altasobre: ampliaciones, respuesta a necesidades de sus moradores, momentos de mayor esplendor económico…

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