jueves, 27 de diciembre de 2012

PANILLO, UN CENTRO BUDISTA EN PLENO PIRINEO


A algunos les asombra descubrir que la localidad de Panillo (Paniello) alberga en sus inmediaciones un bonito centro budista en el que se incluye un templo, una "estupa" y otros elementos típicos de esta creencia religiosa. Y tal vez no les debería sorprender tanto, ya que el entorno de nuestras montañas creo que ofrece un auténtico paradigma de la paz y condiciones necesarias para la meditación serena y seria de estos monjes, de la misma forma que también lo fue y es para otras confesiones y monasterios religiosos ligados a nuestra historia.

Panillo (Paniello)

Comencemos por Panillo (Paniello). Se trata de una pequeña localidad de la Comarca de la Ribagorza, realmente bonita, con numerosos ejemplos de arquitectura tradicional aragonesa de montaña, entre los que destacan algunas de sus casas, así como su iglesia dedicada a Santa Engracia. Las calles de Panillo son punto de encuentro de multitud de costumbres ligadas al urbanismo y a la arquitectura, cómplices de la dura vida de antaño en la montaña: balcones a la solana, pequeños huecos a la umbría, esquinas achatadas, portales recios, dinteles y marcos protegidos por la cruz frente a los malos espíritus y las brujas...Y un estupendo ejemplo de maquinaria de molino, a la cual dedicaré un post más adelante.

Entrada al complejo

El centro budista de Panillo pertenece a una comunidad religiosa concreta: Dag Shang Kagyu vinculada a los linajes Dagpo y Shangpa Kagyü del budismo Vajrayana. Se estableció en Panillo a mediados de los años ochenta. Su visita es obligada si pasáis por estos lugares, ya que resulta realmente bello e interesante. Si además vais con la compañía adecuada, puede resultar una jornada perfecta. Nosotros tuvimos la oportunidad de comprobarlo in situ, y gozamos de la hospitalidad de su comunidad que no sólo nos recibió muy bien, sino que también nos permitió asistir a una de sus ceremonias.

Templo

El conjunto budista de Panillo está compuesto esencialmente por un templo, una "estupa" y y una serie de elementos arquitectónicos religiosos que llaman la atención sobremanera. El templo exteriormente es llamativo, pero sobrio si lo comparamos con la riqueza ornamental interior. Sobre una planta cuadrada, las puertas del mismo se abren a una gran sala donde podemos observar lo que vendría a ser un altar y un retablo con numerosas figuras y fotografías de sus divinidades y lamas. El centro del salón se encuentra destinado a los fieles, quienes asisten a las ceremonias sentados en la típica posición oriental de flor de loto. Dirige la ceremonia un monje con su característica vestimenta de color naranja, auxiliado por otras dos personas que marcan ritmos y momentos a través del sonido de tambores (parecidos a un gong) y de dos caracolas (a modo de instrumentos de viento). La decoración es muy rica.


La "estupa" (imagen de la izquierda) llama mucho más la atención. Se trata de un edificio muy característico, con formas muy concretas (base cuadrangular, bóveda, etc) en el que nada está dejado al azar: ubicación, orientación concreta, decoración muy visual, exterior... Sería parecido (salvando las distancias) a la funcionalidad de una capilla. Puede que sea el rasgo exterior más característico del complejo budista. Dentro se puede meditar y orar. Fuera también, y se encuentra rodeado de "ruedas de plegarias", o piezas cilíndricas de metal que se hacen girar sobre su propio eje, y cuya finalidad es multiplicar la petición que se realiza a la divinidad.. Atrae a las fuerzas bienhechoras.


En el caso de Panillo, se encuentra coronando una escalinata en la decoración se hace especialmente sensible y simbólica a través de esculturas, pinturas, textos, etc.

En el interior, la decoración pictórica nos deslumbra con numerosas representaciones de divinidades y miembros importantes de esta creencia, así como por el colorido que enmarca una figura divina y un pequeño altar.

Rueda de plegarias


Altar del interior de la estupa


Junto a la estupa existe otra pequeña capilla, con figura sobre piedra de la divinidad protagonista de esta comunidad religiosa en la que se pueden hacer pequeñas ofrendas a través de velas.

En definitiva, un conjunto budista en toda regla en medio del territorio de Pyrene. Un ejemplo de la tolerancia y la conjunción pacífica de personas, confesiones y creencias diferentes. Todo un símbolo, no sólo budista, sino de convivencia.

El entorno, como todas nuestras montañas, impresionante. Posibilidades de retiros en este complejo para aquellos interesados en esta filosofía. En el cercano Panillo, estupenda atención en el bar/tienda multiservicio. Una oportunidad excepcional de aprender más sobre la diversidad y el respeto que impera en estas tierras. Si además os acompaña el tiempo, tenéis asegurado el éxito de una visita que no olvidaréis.


Exterior de la estupa



miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA PIEDRA MÁGICA DE ORDOVÉS

  La piedra mágica de Ordovés

Ordovés (Ordobés)es una pequeña localidad situada en la llamada "Guarguera",es decir cercana al río Guarga, en el Serrablo. Llegar es muy sencillo en vehículo, basta con coger el desvío hacia Boltaña que nos indica una señal nada más descender el Puerto de Monrepós, en dirección a Jaca. Se trata de una pequeña aldea, compuesta por dos grandes Casas, una de las cuales al menos se encuentra habitada, si quiera estacionalmente, y dedicada a la explotación ganadera de ovino. Destaca de esta población su coqueta iglesia dedicada a San Martín, con una torre con dos huecos para sus campanas, y cuyo interior es visitable ya que en fecha no muy lejana fue restaurada.

Núcleo de población típico de alta montaña aragonesa, realmente bello. Pero hoy he venido aquí por otro motivo, relacionado nuevamente con la cultura tradicional, las creencias y lo esotérico. Se trata de confirmar la existencia de la denominada "Piedra de Ordovés", famosa en esta zona del Pirineo por sus poderes curativos tanto para las personas como para el ganado.

Iglesia de San Martín

Me encaminé a Ordovés no sin antes documentarme bien y quedar con los actuales dueños, quienes fueron muy amables conmigo. Recuerdo el frío seco e intenso del día, el sol de mediodía abriéndose paso, las estructuras antiguas de la vivienda muy bien cuidadas y una borda cercana con un curioso dintel.

Según la leyenda, los poderes de la Piedra de Ordovés son curativos y reales para personas y animales. Cura de los envenenamientos, de las picaduras de serpientes y otros. También me cuentan que es muy eficaz su poder picadura sobre molestias cutáneas, verrugas, etc. Saber de dónde procede la piedra y la propia tradición es casi imposible. Atendiendo a la leyenda, la piedra pareció salir de una serpiente (este animal también está muy ligado a las presuntas propiedades curativas de multitud de elementos).

La borda de extraño dintel

Los dueños me enseñaron la piedra. Es pequeña, y está rodeada por unos alambres protectores. Da la sensación de que son dos piedras juntas o al menos que la piedra está en dos trozos. Dicen que se asemeja a una pezuña. La forma de funcionar va ligada al agua. La piedra se sumerge en un recipiente de agua, y el líquido adquiere las propiedades curativas de aquélla. La creencia dio lugar a la costumbre, por lo que me dicen, de que en muchas localidades del entorno siempre se tuviera una botella con agua que había sido tocada por la famosa piedra. Incluso una gota de este agua "milagrosa", contagia sus poderes al resto del líquido si se mezcla.

Casas de Ordovés

Resulta una leyenda curiosa. Pregunté lo que todos tenéis ahora mismo en la cabeza: ¿cura de verdad? ¿efecto placebo? "No sabría decirte...pero funciona". Esa fue la respuesta. En cualquier caso, y aunque sus resultados curativos yo no lo he visto, sí que he sido testigo de dos cosas. La primera, de que la piedra existe. La segunda de la creencia absoluta de todo el entorno en los poderes que le atribuye la tradición oral.

martes, 4 de diciembre de 2012

CARLINA O CARDINCHA...PROTECCIÓN CONTRA LAS BRUJAS





Una antiquísima tradición ligada a la creencia popular claramente pagana, emparentada lejanamente con el culto al sol, se mantiene todavía en muchas de las viejas y nuevas casas del Pirineo Aragonés. Popularmente es conocido como un símbolo de protección de la Casa, que se corresponde con la costumbre y la tradición  del Pirineo. Se trata de una planta (muy común en la montaña aragonesa) denominada carlina (también le llaman cardo solar) . Colgada o clavada sobre las puertas de las Casas, de las bordas, de las pardinas y de los establos, su función esotérica es evidente: proteger a estas edificaciones  y a sus moradores de los males.




La tradición no sólo opera sobre las Casas viejas, antiguas construcciones o edificios con uso ganadero o agrícola. Como podemos observar en las fotos, por el tipo de puerta, también las nuevas edificaciones son objeto de esta protección contra los males.




Que se trata de un símbolo con antecedentes paganos es más que evidente. Que puede referirse al antiguo culto al sol, lo dice la propia forma de la carlina abierta (parece claramente este astro, ligado siempre a la vida y a la fecundidad). Y ése es precisamente el arma que utiliza la carlina para evitar que los malos espíritus o las brujas entren en las Casa: su esplendor, propio del sol, ciega. Y además, está compuesta por una gran número de pelos o de pinchitos, que hacen que las brujas no se atrevan a pasar a su lado. Las que osaban hacerlo se enganchaban y debían estar a la madrugada quitándose estos incómodos apéndices de la planta de su ropa. Así se conseguía llegar al alba, y la bruja no conseguía su cometido.





La carlina en aragonés se conoce como  "cardincha" y muy localmente como "cardo de bruxas", y tiempos atrás fue utilizada como medida similar a un antibiótico por su aceite, laxante o diurético. Hoy ni se usa ni se recomienda su uso medicinal. Incluso hay quien le atribuía efectos afrodisíacos en agua destilada...Sinceramente, yo solo recomiendo su función ornamental (es muy bonita) y seguir la tradición para defender a nuestra familia, a nuestra casa, de los malos espíritus.

lunes, 26 de noviembre de 2012

EMPEZANDO LA CASA POR EL TEJADO (Segunda parte)




Días atrás os hablaba en un primer post de los tejados (tellaus). Me referí principalmente a los materiales, los tipos de tejas, la inclinación..En el actual  voy a abordar el armazón de los mismos, zona tan esencial como la propia capa exterior visible por sus visitantes y moradores.

El armazón está compuesto por una estructura más o o menos complicada realizada de pilares de madera. La principal pieza se llama tijeras (tixeras), que son los maderos que se cruzan para sostener toda la cubierta.


Sobre las tijeras se cruza la “bizquera” también denominado cernillón (zernillón). Las zapatas son piezas de madera que se situan ya sobre el muro, y que sirven para sujetar otros maderos perpendiculares desde la bizquera hasta el muro y zapatas. Estos maderos se denominan a veces “crepos” o pilastras. Antes de situar los crepos, conviene reforzar éstos con las costaleras, maderos que van en el mismo sentido que la bizquera. Si los crepos son muy largos, se pondrá más de una costalera.


Con esto tendríamos ya la gran estuctura del tejado, pero nos falta el relleno que va por debajo de las losas, y que va a servir para fortalecer el aislamiento y fuerza del tejado. Se coloca sobre los crepos unas tabla para cubrir los huecos, a veces realizadas con maderos más pequeños, palos de buxo, recha, etc . Se denomina “recha” o a veces “tiellos”.



El aislamiento interno finalizara con una capa de ceniza que evitará que se pegue sobre las rechas el denominado “buro” o tasca. En ocasiones, por la longitud de la planta o el peso del tejado, obliga a reforzar la estructura con pilares de piedra


Y esta es en esencia una aproximación a la forma de construir tradicionalmente los tejados de las casas del Pirineo Aragonés. Quiero advertir que este post es simplemente introductorio, porque como podéis ver la complejidad de la construcción de un tejado de la forma tradicional es muy elevada. También quiero advertir que los nombres pueden variar de unas zonas a otras.

Y por último, reflexionemos un poco. ¿Os habéis fijado en los pilares de madera que se emplearon a principios de siglo, o antes, para la construcción de estas casas? ¿Habéis visto su longitud y grosor? ¿Y qué me decís de su peso? Con todo ello quiero incidir en el gran reto que para los aragoneses de hace algún siglo suponía construir una casa: con herramienta limitada y con la necesidad de realizar una buena obra para evitar el tiempo especialmente complicado en estas zonas aragonesas de alta montaña. ¿Os imagináis a los leñadores serrando los árboles y después, ya caídos, cortando las ramas, la corteza, etc? El esfuerzo debió ser impresionante. Lo mismo o más debió ocurrir con el traslado de estos troncos hasta el lugar de destino (la casa en obras), en una orografía complicada, donde la ayuda de las caballerías era e incluso hoy en día puede ser fundamental (a pesar de mi edad, yo he visto cómo se desbrozaba el monte utilizando para trasladar la madera a mulas y machos, ante la imposibilidad de que un vehículo pudiera acceder). ¿Podéis oir las cadenas enganchadas a las mulas tirando de los enormes árboles ya caídos? ¿Y el taconeo profundo de sus herraduras?

Por otro lado, el tejado era en el Aragón del Pirineo mucho más que una mera estructura física. Era mucho más. Era la diferencia entre dos realidades limítrofes: la intimidad de la Casa en su sentido más amplio, frente al peligroso exterior, lleno de amenazas: el frío, la lluvia, el sol...pero también de otros elementos pertenecientes al mundo de lo mágico y lo esotérico (brujas, maleficios...). De ello me ocuparé en otro post.

lunes, 19 de noviembre de 2012

EL IBÓN DE ESCALAR, EN EL NACIMIENTO DEL RÍO ARAGÓN


Dice la leyenda que los ibones del Pirineo fueron originados por las lágrimas de la bellísima princesa Pyrene. Aunque hoy en el siglo XXI conocemos las causas científicas de la existencia de estos rincones plenos de belleza y de vida, tengo que reconocer que algo de verdad debería atribuir a la leyenda. Sólo las lágrimas caídas por el rostro de la princesa más bella, Pyrene, puede explicar ya no el origen físico de estos pequeños lagos de alta montaña, sino la hermosura de unos parajes sin igual, a los que además se atribuye en las montañas aragonesas una rica cultura de leyendas y cuentos sobre apariciones de princesas moras y otros personajes legendarios en muchos de estos encantadores lugares.

Hoy dedico esta entrada a un ibón especial, el ibón de Escalar. Especial porque en esta zona es donde nace el río Aragón, el mismo que da nombre al Viejo Reino, y a la actual Comunidad Autónoma de Aragón. Aquí nace Aragón entendido siempre como esta bendita tierra de agua y de montañas que, conforme se desarrolla hacia el sur, recorrerá nuevos paisajes de color y luz, de victoria y tragedia, de desierto y de ríos, de nuevas montañas y bosques.

Chorche, Jaime y yo también fuimos en búsqueda de Pyrene en este bonito ibón. El quebrantahuesos que nos encontramos semanas atrás cerca de Oroel, nos indicó que nuestra princesa solía subir al Puerto de Astún para lavar sus dorados cabellos en estas aguas cristalinas. Estábamos seguros de que la encontraríamos, y para ello nos decidimos a iniciar nuestra aventura un día aparentemente muy soleado. Para ello partimos de la propia estación de esquí de Astún (1725 metros aproximadamente), remontando la ladera de la montaña, y siempre continuando cercanos al barranco y pequeño río, tal vez las primeras señales de identidad del Aragón.

Las aguas del pequeño barranco que baja por la ladera del Ibón de Escalar a Astún
corre entre pequeños saltos buscando su camino hacia el valle. Aquí vienen a beber los
sarrios y las marmotas de la zona.

En tan solo una hora, aproximadamente, llegamos a nuestro destino a través de una senda muy bien marcada y que no admite lugar a dudas (atención si hay nieve porque puede desaparecer la ruta). Camino muy sencillo, en ocasiones con algo de inclinación, pero sin ningún tipo problema para superarlo. Eso sí, no hay nada de sombra durante todo el camino, así que si realizáis esta excursión en verano debéis tomar las precauciones debidas.

La tranquilidad y el silencio son la única compañía que encontramos junto al ibón de Escalar. A veces intuimos las miradas de dos sarrios que vigilan nuestro camino desde la cima cercana. No hallamos a Pyrene aquí, pero hemos encontrado algunas pistas que delatan que nuestra princesa estuvo cerca. Así es, los lirios azules de montana que encontramos en el camino nos ofrecen una prueba clara de que Pyrene pasó hace poco. Cada lirio nace con ocasión de una sonrisa de Pyrene. Lo sabemos.


Decidimos preguntar por el entorno, pero encontramos poca información. En primer lugar nos dirigimos a la Siempreviva. Nos confirma que Pyrene está cerca, y por otra parte es evidente por la grandiosidad que se abre a nuestros ojos es innegable. Las tres flores de esta pequeña Siempreviva permanecen alerta a la luz que desprenden los ojos de Pyrene. No en vano, este pequeño paraje es llamado por los montañeros "Los llanos del Sol", el lugar donde la niebla, la boira, rompe.

La Siempreviva hace honor a su nombre, y es un ejemplo de cómo la vida
se abre paso en situaciones tan complicadas como la orografía o el clima.

En las cercanías también pudimos observar a los tritones, los viejos guardas de las pisadas de Pyrene. Estuvo aquí refrescando su larga y espléndida cabellera. Aun hoy su aroma es captado por estos pequeños pero aguerridos anfibios.


Llegados al mismo ibón (2078 metros), decidimos bordearlo. Percibimos que la princesa estaba cerca pero, una vez más, no logramos verla. El eco de nuestras voces rebota de ladera en ladera: "...Pyrene!!". Jaime y Chorche deciden sentarse sobre una enorme roca esperando respuesta...y de repente todo cambia. El águila acompaña habitual a la princesa cuidando de que nada ni nadie ose perturbar su paz eterna, sobrevuela el Ibón de Escalar y nos advierte con severidad: "...Pyrene os ha oído, y ha sonreído, pero quiere seguir jugando con vosotros...". Una vez más Pyrene se nos escapa.  Se sonroja cuando nos oye hablar con los sarrios sobre su hermosura. Sonríe satisfecha cuando subimos pico tras pico en su búsqueda...ella es nuestra princesa...y nosotros somos sus chicos...

Pero Pyrene hoy nos hará un regalo para compensar nuestro esfuerzo por intentar estar con ella: nos envolverá con la blanca seda que viste su cuerpo...un manto blanco propio de la diosa más bella...cuyo color toma cada noche del brillo de las estrellas que acuden a observar su dulce sueño. Y así ocurre. En poco tiempo la boira aparece en el horizonte, y poco a poco la nebulosa comienza a alcanzar el Ibón de Escalar.


La niebla aparece de repente sobre nosotros, llegando desde el sur
y con una rapidez que nos hace estremecer pensando en la bajada.

En cuestión de minutos, la blanca capa del vestido de Pyrene comienza a envolver el Ibón de Escalar, abrazando este lugar, origen de las aguas del Aragón y del propio nombre de este histórico Reino, lugar de Fueros y Leyes que copiarán en otros lejanos territorios.


Finalmente, Pyrene se muestra ante nosotros, impresionante e inalcanzable. Tan bella y tan grande que hasta el Ibón de Escalar cede su protagonismo en favor de la diosa cuyas lágrimas lo crearon. Oímos su risa por las cimas. Nos llama, y nos emplaza a seguir buscándola en otros lugares de este impresionante Pirineo de Aragón. Jaime, Chorche y yo nos conjuramos para que así sea...


Y Pyrene se fue...estuvo con nosotros. Nos acarició con tanta dulzura que nuestro corazón de aragoneses sigue estando prendado por ella. Hasta la próxima.

Trayecto: Astún- Ibón de Escalar.
Desnivel: 360 metros aproximadamente.
Dificultad: muy fácil/fácil.
Esta excursión fue realizada en verano.





viernes, 16 de noviembre de 2012

EMPEZANDO LA CASA POR EL TEJADO (Primera parte)

Tejado o tellau típico de la zona pirenaica, esta vez con losa como material principal, y con los nervios que limitan las aguas o caras del tejado reforzados y claramente delimitados por otras losetas.

Inicio mi andadura por este blog, como no podía ser de otra manera, con la alusión a la Casa aragonesa en su sentido más amplio: como institución familiar basada en la costumbre en la que surgen claros roles y lazos de carácter jurídico, organizativo, económico, social y material. Pero esta vez apuntaré a este último aspecto (el material), y comenzaré a describir un elemento que me he encontrado con cierta variedad a lo largo de todas mis visitas a pueblos, bordas, pardina y núcleos deshabitados del Pirineo aragonés. Comienzo la casa por el tejado.

Chaminera sobre tellau, y sobre aquélla diversos elementos protectores de la Casa...espantabruxas, elementos para atraer los buenos espíritus, la supervivencia...La creencia en lo más alto de la Casa.

El tejado ("tellau" en aragonés) tiene como misión común en ésta y en cualquier otra zona, defender a la vivienda de las inclemencias del tiempo, evidentemente. No obstante la especial climatología e idiosincrasia de la zona pirenaica, los tejados de las antiguas construcciones gozan de una serie de especialidades tanto en su forma como en sus materiales.

El viejo tejado protector contra las inclemencias del clima, pero también guardián de miles de historias y encantos pertenecientes a la intimidad de la Casa aragonesa.

En cuanto a éstos últimos, y siguiendo el régimen autárquico de la Casa, los antiguos constructores no tenían otro remedio que utilizar materiales existentes en la zona o bien en otras cercanas. Esto va a provocar que los tejados sean construidos (según las zonas) a partir de losa (losa/loseta)de piedra arenisca o pizarra,  la teja de cerámica (más en las zonas de Ansó y Hecho) y de teja árabe (tella)en las zonas más meridionales. Con el paso de los tiempos, estos materiales han ido desapareciendo a favor de otros materiales más modernos y que ofrecen una mayor seguridad y confortabilidad. E incluso, años atrás la teja árabe fue sustituyendo en gran manera a la losa de piedra o de pizarra (tal vez la pizarra sea más visible en la zona central del Pirineo Aragonés)

La parte más exterior del tejado estaba compuesta pues por una capa de losas artesanalmente colocadas con mucha pericia que, en muchas ocasiones han llegado a nuestros días con su objetivo intacto. En otro momento nos ocuparemos de los elementos complementarios (algunos muy interesantes por su valor sociocultural) tales como chimeneas (chamineras), espantabrujas (espantabruxas), falsas, aleros, etc. E igualmente más adelante nos ocuparemos de la estructura interna de los tejados (cubierta interna), compuesta de armazones de madera y entramados diversos de materiales tales como la propia madera, tierra, cañas, etc...todo ello según las zonas.





Rematando muchos tejados de losa de piedra de arenisca...aparece la piedra protectora...valiente frente al entorno, y compartiendo espacio con otros elementos claramente modernos del siglo XXI


El segundo aspecto más llamativo de los tejados de las casas tradicionales del Pirineo Aragonés es su inclinación. Efectivamente, cuanto más al norte, cuanto mayor es el lugar de precipitaciones de lluvia y nieve, mayor es la inclinación del tejado. De hecho, podemos encontrar incluso algunos ejemplos muy evidentes de tejados de doble inclinación, donde se combinan una primera inclinación alta, para rebajar hacia la misma hacia los aleros.

La vieja borda con tejado de pizarra y doble inclinación claramente visible. Como podemos observar, el nivel de inclinación es alto en la cúspide del tejado, ya que en esta zona llueve y nieva con frecuencia y en gran cantidad.


Y a continuación otro ejemplo muy claro de borda con doble inclinación, si bien en este caso el grado de inclinación no es tan acusado como el anterior.


Quedan muchos aspectos más para hablar de la Casa Aragonesa de alta montaña, tanto en su aspecto físico como en el organizativo, social, cultural e incluso misterioso...Pero eso será en próximos posts. Hoy sirva éste simplemente como presentación de los tellaus (tejados), sus principales materiales y su inclinación, todo ello condicionado por los elementos climatológicos y orográficos.Pero nos queda mucho: aguas, vertientes, estructuras, falsas...

miércoles, 14 de noviembre de 2012

BIENVENIDA

Hola, bienvenido a "Buscando a Pyrene", un blog personal que he creado para recoger los innumerables aspectos de la bella y ancestral cultura (en el sentido más amplio) de las montañas del norte de Aragón, los Pirineos. En este espacio encontrarás post sobre medio ambiente, ecología, cultura popular, organización social...todo ello relacionado con el lugar origen de la cuna de Aragón.
En el entorno del Puerto de Astún, con mis chicos Chorche y Jaime, 
y con el Midi d'Ossau emergiendo entre las nubes. Pyrene estuvo allí.

También publicaré referencias a estudios, otras webs y blogs, noticias, etc referentes a este ámbito, así como mis propias experiencias y las de mi familia en las numerosas salidas que compartiremos con vosotros.
Espero que sea de vuestro agrado, y que participéis a través de vuestros comentarios y aportaciones que, encantado, compartiré con los demás lectores. 
Muchas gracias.
Sergio